México se encuentra en una de las peores crisis petrolera de la historia y su efecto está impactando directamente a la economía de las familias y empresas. El costo de la generación energética continua aumentando y es difícil predecir cuándo tendremos un futuro más cierto en el sector petrolero que traiga estabilidad a los precios energéticos.
En diciembre de 2015, el Congreso aprobó la Ley de Transición Energética, lo cual exige a las empresas a disminuir el consumo energético producido por fuentes no renovables, como el petróleo y otros combustibles. El principal objetivo, que no es sólo nacional, sino internacional, es tener un porcentaje de energía limpia mayor. En México la promesa es generar 35% de su electricidad con fuentes renovables.
El trasfondo de esto no es sólo ecológico, sino también económico y aplica tanto para empresas como para individuos. “México establece en su legislación un compromiso para avanzar en la producción y generación de energías limpias. Esto, para cualquier inversionista, representa una oportunidad" dijo Efraín Villanueva, director general de energías limpias de la Secretaría de Energía en entrevista con Forbes México.
"Esto, para cualquier inversionista, representa una oportunidad" - Efraín Villanueva, Director General SENER.
En el sector residencial, los clientes con tarifa DAC (Alto Consumo) son los individuos con mayor impacto en el costo energético. Para toda residencia DAC existen dos caminos: Disminuir consumo (y calidad de vida) o generar su propia energía.
Los paneles solares son una inversión confiable y garantizada por 25 años que asegura la reducción de la tarifa y eficientiza la distribución del consumo (consumo subsidiado CFE + energía solar) para tener el mayor retorno de inversión posible.
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